sábado, 26 de junio de 2010

La brecha digital

Para empezar, intentaré explicar lo que entiendo por “Brecha digital”, ya que después de las numerosas consultas realizadas sobre el tema, su definición, así como su evolución están claras, pero lo que pretendo es explicarla desde mi entorno.

Me he basado en un grupo pequeño, pero a mí entender, se puede extrapolar a la sociedad, estoy hablando del entorno familiar. Las diferencias que podemos encontrar en el mismo, forman un abanico heterogéneo al observar la realidad digital.

En un extremo están lo abuelos, y en general, las personas mayores de 60 años, los cuales, se educaron en un entorno totalmente diferente, no sólo por el acceso a la educación, sino también por la dimensión de la misma, hace más de medio siglo el analfabetismo era prácticamente del 50%. Los medios didácticos eran rudimentarios y escasos, así como el índice de absentismo escolar (sobre todo femenino) era enorme. En este sentido, los estudios universitarios eran poco menos que un lujo al alcance de un grupo social selecto. Por otro lado la tecnología, sobre todo la digital, ni se imaginaba, pues fue a partir de los años 60 cuando se produce el boom de los semiconductores, y por ende el de la era electrónica, revolución sin parangón en el camino hacia la digitalización.

En este sector encontramos una brecha digital impuesta por el marco social, cultural y tecnológico en el que vivieron con respecto a la siguiente generación, sin embargo, a mi entender es un grupo bastante homogéneo, es decir entre estos individuos no existe gran diferencia en cuanto a conocimientos y utilización de los sistemas digitales. Para subsanar este desnivel, por parte de las diferentes administraciones, se están ofreciendo sobre todo cursos, para el acceso a la era digital y evitar así una posible exclusión social por motivos culturales.

En el segmento social comprendido entre los 40 a los 60 años, encontramos a nuestros progenitores, los cuales, han recibido una formación más amplia, sin embargo, la era digital les ha venido impuesta, la mayoría ha accedido a la misma obligados por el entorno: las empresas se han modernizado (robot, cadenas de montaje, implementaciones ofimáticas, etc.), los medios telemáticos (acceso a cuentas bancarias, cobros y pagos con tarjetas, ...) y sobre todo la aparición del teléfono móvil y las redes wifi debido a la independencia que proporciona, sobre todo desligando el trabajo del lugar físico donde se desarrolla.

En este segmento creo que es más palpable la brecha digital, sobre todo entre los individuos de diferentes estratos sociales, pues el acceso a las nuevas tecnologías está muy condicionado por la capacidad económica y formativa recibida por las personas. El desarrollo social mejora notablemente el acceso a la era digital, pero a su vez crea una sociedad dual en la cual una parte está inmersa en las tecnologías de la información y comunicación y la otra en cambio, vive de lejos este fenómeno, pues si bien es verdad, que tienen acceso a la televisión o la radio, por ejemplo, no están condicionados por la dependencia digital.

Creo que el desarrollo digital, supone para los adultos, un cambio radical, similar al que supuso la imprenta en la edad media, y la eclosión cultural europea de su época. Lo que ocurre, al igual que entonces, es una sociedad heterogénea, con dos conceptos diferentes de enfocar incluso la vida, pues mientras los unos tienen que sufrir procesos de actualización constantes, desde el punto de vista técnico o formativo, los otros se estancan no llegando a participar de los procesos de cambio social que supone.

Por otro lado, para este sector social, supone otro salto cualitativo, sobre todo en el orden social y la forma de entender las relaciones personales en su entorno más cercano (familia, amistades o trabajo), debido a que la gran mayoría sus relaciones personales las basan en el contacto directo, es decir el cara a cara. La falta de contacto físico-visual, emisor-receptor, produce frialdad la relación. Durante las etapas de crecimiento han estado en contacto permanente con los demás y ahora supone un quiebro comunicativo y expresivo, se interrumpe de golpe el lenguaje de los signos, provocando la vuelta al lenguaje epistolar.

En cuanto al sector de población menor de 40 años, según mi opinión, todos estamos dentro de la era digital, tomando como referencia de nuevo la familia, es raro encontrar una familia sin teléfono móvil o conexión a Internet. Evidentemente aquí también juega un papel importantísimo la capacidad económica de la familia.

Hoy en día la juventud no percibimos el mundo exterior sin asomarnos a la ventana informática, ante el inicio de cualquier relación, lo primero que solicitamos es la dirección de correo, Messenger o teléfono móvil, no porque los consideremos de los más novedoso, sino que prácticamente es imprescindible para mantener un contacto continuo. Cuando vamos a realizar un viaje, ver una película o incluso salir de copas con los amigos, lo primero que hacemos es consultar en Internet, para concretar los mejores lugares poder seleccionar con mejor criterio una opción determinada.

Otro de los puntos a tener en cuanta es la aplicación de las nuevas tecnologías al conocimiento, sería inconcebible hoy en día la universidad sin acceso a la red y su capacidad de transmisión de información. El conocimiento en este caso se pone también al servicio de las nuevas tecnologías, puesto que, las mismas han sufrido un gran desarrollo, precisamente por la inversión en investigación informática. Hoy en día se hace necesario el conocimiento de la informática en cualquier entorno y mucho más en el universitario, por parte los profesores no podrían atender al gran número de alumnos como ahora. En este punto cabe destacar, que al igual que en mundo laboral existe una deslocalización del trabajo, en esta entorno se pone aún más de manifiesto, mediante una aplicación puedes acceder al cualquier tipo de documentación y formación, a la velocidad de un clic.

Es evidente que, en el terreno social, supone un enorme salto el poder acceder a las nuevas tecnologías y por tal motivo los países invierten constantemente en la mejora de las infraestructuras y el acceso a las mismas, aunque no siempre está al alcance de la mayoría de la población.

Otro de los puntos negativos y que probablemente influya negativamente en un futuro próximo, es la falta de ejercicio físico, afectando sobre todo a los más jóvenes, y poniendo en entredicho el uso abusivo del sedentarismo.

Como conclusión, dependiendo de la utilidad que se le dé, constituye la mejor herramienta puesta a disposición del ser humano, tanto para su desarrollo social como intelectual, sin embargo como toda revolución, la informática, no se escapa a los malos usos de la misma.